Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Corbera< Castillo de Corbera
On a hill overlooking the current town of Corbera that extends on its northern slope, stands the castle of Corbera. It is a strategic point between the foothills of the Murta mountain range and the great almarjal of the coast.
This castle has an elongated plant of a major north-south axis, which is accessed from its eastern front by an access defended by the impressive mass of its coracha.
The superior enclosure is formed by an enclosure in zipper developed by means of curtain walls, on masonry base and tapial flight, finished off by a cornice with battlements aspilleradas. At the present time in this enclosure two areas are distinguished: one of the north flank without any rest of housings and separated from the south flank by a construction of noble character that could very well be an old church of a single ship supported on buttresses. This building is closely related to an adjoining one in perpendicular disposition, with a single nave, covered with a barrel vault and that could have several floors. This complex seems to respond to the noble area of the castle that would settle on the housing area, possibly from the Islamic period.
The enclosure is accessed by means of a ramp entrance with an angled layout and defended by two cubes, locating the entrance door on the south flank, now disappeared.
This entrance is defended by a constructive structure added later, and that by its formal characteristics we can call it coracha or a special conjunction between tower and coracha.
This coracha descends from the upper walling to practically the base of the mountain in a West-East disposition and has a rectangular plant, emptied in its interior and finished off in its east end by a great tower, not appreciable to the outside, of about 16 meters of height that welcome three superimposed plants; the whole set is finished off in battlements to which it is acceded by a narrow parapet whose thickness is that of the own wall; the work is all it made in tapial with boxes of height of 0.90 meters. This defensive structure, which could be considered as a precedent of the modern "ravelin", was linked to the upper enclosure by means of a large opening, in the form of a porticoed passage, covered by a half-barrel vault of plementery.
The oldest known news of this castle is provided by Ibn al-Khatib, who in 1229 points out that it is a castle belonging to Alzira (C. Barceló, 1982, p. 144).
After this date we have to wait for the vicissitudes of the Christian conquest, and so we find in the "Llibre de Repartiment" the first mention of this place on July 28, 1238 in which Jaime I grants Zayd Abu Zayd, inheritances that belonged to his father in Cullera and Corbera (Ferrando i Francés, 1979). However, according to the documentation, it seems that the definitive conquest of the square was somewhat later, almost 10 years later, until March 15, 1248, when this castle was given to D. Ramón de Rocafull, plus 500 sueldos for its maintenance. A year later the monarch proceeds to the Repartimiento of Corbera and its district, which included the farmsteads of El Raval de Corbera, Fortaleny, Alcudia, Nacla, Signén, Llaurí, Matada and Beniazir; Curiously, the layout of the Fortaleny farmhouse confirms the existence in the Islamic period of a narrow pass between Corbera and Cullera that we find described in the "Llibre dels Feits", when Jaime I wants to leave Cullera to reach the Vall de Alfondech and is forced to cross the almarjal through this pass because everything else was covered with water and could not be crossed on foot but by boat.
The first would include the upper enclosure, a clear example of the Islamic tradition of enclosure with walls that take advantage of the natural structure of the terrain, and that in its layout does not have any tower; this arrangement, very similar to the castle of Sagunto could lead us to consider the enclosure as from the 11th century.
The construction of the coracha, all of it in mud and with a structure of advanced castellological design and strategic value, we can compare it with the novelties introduced in the defense of castles in the Almohad period and therefore it can be framed between the end of the XII century and the first quarter of the XIII century.
According to data we can affirm the existence of this fortification at the beginning of the 13th century, confirmed by the text of Ibn al-Jatib.
During the late Middle Ages this castle would undergo a series of reforms in order to condition it to the needs of feudal society, adding the noble complex, as well as reinforcing the entire upper enclosure with a battlement provided with loopholes and protective parapet; this work must have been executed at the beginning of the reforms that the use of gunpowder forced to do in the Valencian castles.
Sobre una loma dominando la actual ciudad de Corbera que se extiende en su ladera norte, se yergue el castillo de Corbera. Punto estratégico ente las estribaciones de la sierra de la Murta y el gran almarjal de la costa.
Este castillo posee una planta alargada de un eje mayor Norte-Sur, a la cual se accede, desde su frente de levante por un acceso defendido por la impresionante mole de su coracha.
El recinto superior está formado por un cerramiento en cremallera desarrollado por medio de lienzos cortina, sobre basamento de mampostería y vuelo de tapial, rematados por una cornisa con almenas aspilleradas. En la actualidad en este recinto se distinguen dos áreas: una la del flanco norte sin ningún resto de viviendas y separada del flanco sur por una construcción de carácter noble que podría ser muy bien una antigua iglesia de una sola nave apoyada sobre contrafuertes. Este edificio está íntimamente relacionado con uno contiguo en disposición perpendicular, de una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón y que podría albergar varias plantas. Este complejo parece responder a la zona noble del castillo que se asentaría sobre el área de viviendas, posiblemente de época islámica.
Al recinto se accede por medio de un ingreso en rampa con disposición en recodo y defendido por dos cubos, ubicándo en el del flanco sur la puerta de ingreso, hoy desaparecida.
Este ingreso está defendido por una estructura constructiva añadida posteriormente, y que por sus características formales podemos denominarla coracha o una especial conjunción entre torre y coracha.
Esta coracha desciende desde el amurallamiento superior hasta prácticamente la base de la montaña en una disposición Oeste-Este y posee una planta rectangular, vaciada en su interior y rematada en su extremo de levante por una gran torre, no apreciable al exterior, de unos 16 metros de altura que acogen tres plantas superpuestas; todo el conjunto se remata en almenas a las que se accede por un estrecho adarve cuyo espesor es el del propio muro; la obra está toda ella realizada en tapial con cajas de altura de 0,90 metros. Esta estructura defensiva, que podría considerarse como precedente del "revellín" moderno, se enlazaba con el recinto superior por medio de un gran vano, en forma de paso porticado, cubierto por una bóveda de medio cañón de plementería.
La noticia más antigua conocida de este castillo nos la proporciona Ibn al-Jatib, el cual en 1229 señala que es un castillo perteneciente a Alzira (C. Barceló, 1982, pág. 144).
Con posterioridad a esta fecha tenemos que esperar a los avatares de la conquista cristiana, y así encontramos en el "Llibre de Repartiment" la primera mención de este lugar el 28 de julio de 1238 en el que Jaime I concede a Zayd Abu Zayd, heredades que pertenecían a su padre en Cullera y Corbera (Ferrando i Francés, 1979). Ahora bien, según la documentación, parece ser que la conquista definitiva de la plaza fue algo posterior, prácticamente 10 años después, hasta que el 15 de marzo de 1248 se entrega este castillo a D. Ramón de Rocafull, más 500 sueldos para su mantenimiento. Un año después el monarca procede al Repartimiento de Corbera y su término que comprendía las alquerías de El Raval de Corbera, Fortaleny, Alcudia, Nacla, Signén, Llaurí, Matada y Beniazir; curiosamente según la disposición de la alquería de Fortaleny viene a confirmar la existencia en época islámica de un estrecho paso entre el almarjal entre Corbera y Cullera que encontramos descrito en el "Llibre dels Feits", cuando Jaime I quiere salir de Cullera para llegar al Vall de Alfondech y se ve obligado a cruzar el almarjal por este paso ya que todo lo demás estaba cubierto de agua y no se podía cruzar a pie sino en barca.
Atendiendo a los elementos constructivos podemos distinguir tres fases en el castillo: la primera englobaría el encintado superior, claro ejemplo de la tradición islámica de cerramiento con lienzos de muros que aprovechan la estructura natural del terreno, y que en su trazado no presentan ninguna torre; esta ordenación, muy parecida al castillo de Sagunto nos podría llevar a considerar el recinto como del siglo XI.
La construcción de la coracha, toda ella en tapial y con estructura de avanzado diseño castellológico y de valor estratégico, podemos parangonarla con las novedades introducidas en la defensa de castillos en época almohade y por tanto encuadrable entre fines del siglo XII y primer cuarto del siglo XIII.
Según datos podemos afirmar la existencia de esta fortificación a principios del siglo XIII, confirmada por el texto de Ibn al -Jatib.
Durante la Baja Edad Media este castillo sufriría una serie de reformas con el fin de acondicionarlo a las necesidades de la sociedad feudal, añadiéndole el complejo noble, así como reforzando todo el recinto superior con un almenado provisto de aspilleras y de pretil protector; obra esta que debió ejecutarse a principios de las reformas que la utilización de la pólvora obligó a hacer en los castillos valencianos.